domingo, 30 de diciembre de 2012

--- Encarcelado en tu libertad---

A la mierda la tristeza, cuando estoy contigo,
la vida es hermosa si de felicidad a tu lado son mis latidos,
son gemidos, lo que la eternidad de nosotros recibe,
el mundo sigue, el mundo marcha, sigue podrido,
pero manejando el verbo observo que
a tu felicidad es a lo que aspiro, respiro versos,
escribo letras con lo que el corazón dicta,
vida adicta a tu placer, esa que plantó
en la cabeza de Trotsky Ramón mercader.

Hoy, intentaré de tú mano ir,  donde no hay fin,
sin presión en esta prisión sin barrotes , voy,
donde nos obligan a ser fuertes y aguantar,
no quiero estar en este mundo injusto ni un segundo,
la única patria en la que creo es tu yo profundo.


Hace algunos inviernos que no tengo primaveras,
que esperas si no tengo tus ojos, si la vida
esta triste sin tus cielos rojos,
son cojos mis pensamientos, sabiendo
que con ellos no podré colarme en tus sentimientos.

Modernos y cine de autor,  tu papel
en el teatro de la vida es mi motor.
Masas de zombis en los centros comerciales,
yo me conformo con el paisaje
de tus pechos naturales,
montañas de oro dorado,
como recitó Neruda,
quiero en mi cama, tener
tu alma junto a la mía desnuda.


Evo morales plantando cara a multinacionales,
mientras Rajoy y Botín en la cama  están haciendo anales,
subnormales defendiendo a una multinacional,
que te quita la luz si sus facturas no puedes pagar,
el estado nace de una conveción violenta,
que te respeta sólo si tienes altas las rentas,
si te sientas y reflexionas, verás que es un
crimen serio comer en Mc donalds.


Muchas formas existen de terrorismo,
una de las más graves es no creer en ti mismo,
no tengas miedo y lucha, si la cosa se complica
cóctel incendiario y capucha, el fascismo
leyendo se cura, procura pensar por ti mismo,
que el sistema no te absorba con sus mecanismos.

No existe patria para el pobre y el rico la vende,
se merecen la horca, un amante de su tierra
era el poeta Lorca, por el fascismo fusilado,
76 años después el pueblo no le ha olvidado.

Bordando en la libertad el amor más
grande de mi vida, llorando si me da la gana,
seré feliz el día que Pablo Hasél se escuche...
               ¡en la gran manaza!.
                 

                 








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