martes, 8 de enero de 2013

--- Días en anestesia---
Lloran mis pupilas al alba,
recordando como ayer mirabas
a unos ojos que hoy se apagan
sin la luz de los tuyos.

Llora el destino separando
nuestros caminos, recordando
lo que fuimos, en cada momento
de felicidad siemprete vi,
hoy lloro al recordar que
no pudo ser eterno lo que dentro
tuyo fui, hoy lleno el vacío,
luchando por los oprimidos,
hoy la lucha sería mucho
más fácil con la melodía
de tus  anestésicos latidos.

Sueños se volvieron pesadillas
cuando te alejaste, sin musa
a este intento de poeta dejaste,
sin hacerte el amor podía haber
muerto, lo único que quería
es ser un mismo aliento, un
mismo corazón, sólo haciéndote
feliz perdido en tu mente... vi una
razón de vivir eternamente.

Enamorar a una  mujer
como tú fue mi mejor acto,
hoy pacto sonrisas con la vida,
pero cuesta cumplir el trato
si no curo heridas... con tu saliva.

Hoy tengo camaradas que me
ayudan a sentir la redención
que de tus labios exprimí.
Nada a vuelto a ser igual
desde entonces, los días
pasan ávidos por encontrarte,
 en tus labios expresar
 con un beso lo que llego a amarte.

Mereció la pena como
dijo manuel arenas,
exiliar mis penas por
unos meses que no volverán,
mis pensamiento siempre
te tendrán presente,
aunque sé que no pueda
en libertad el amor hacerte.

La nostalgia se apodera de
mí, cuando pienso que en
cada injusticia de los oprimidos
siempre te vi. Ahora me cuesta
luchar, pero saco fuerzas
enamorado de tu bondad.

De tu bello y cruel recuerdo
se componen mis días...
sin tu saliva, recuerdo cuando
con un simple beso me
ofreciste dejar de estar
 preso, muerto en vida.

Aprecia lo que vales,
al hacer que una persona
como yo sintiera a raudales,
el letargo que hoy a vuelto,
dejo de existir en tu piel
cuando celebraba ver
contigo otro bello amanecer.
La oportunidad que me daba
la existencia enamorado
de tu presencia, era lo mejor
que mi paciencia ha conocido,
hoy he caído en la  droga
de la nostalgia, recordando
soñar contigo en la cama
contemplar un rojo alba.

Reniego del ruido de la ciudad,
ese mismo ruido que ayer
conseguí ignorar enamorado
de tu bondad, una eternidad
soñaba con estar contigo,
ahora las circunstancias
me obligan a ser tu amigo.

Mataría por volverte a ver
libre, por sentir lo que
contigo sentí, por ser
lo que dentro tuyo fui,
por sentir otra vez
aquellos días en los que
de la tristeza huí.









No hay comentarios:

Publicar un comentario