Me pierdo entre horas muertas de tu ausencia,
me encuentro en tu vientre lleno de poesía,
te daría una eternidad de placeres,
una vida sin ser títeres, eres motivo
de alegría, reina consentida de tragedias,
a medias, otras entero, pero siempre
pensando en fundirme en tus te quieros.
Con la elegancia de los planos de Godard
te lo quiero hacer
hasta no poder más,
fundirme en tu cuerpo y desaparecer
del mundo, convertir eternidades
en segundos de tu yo profundo.
Te amo como la poesía a Bergman,
como narrativa a
Kurosawa,
como el dolor
convertido en
talento que nunca se acaba.
Con sílabas no expreso lo que siento
cuando cambias con un beso
mis fueros internos,
cuando haces que el amanecer
no sea un momento del día
y narras con tu cuerpo desnudo
sobre el mío la mejor poesía.
Te amo como el feminismo a Kollontai,
Es lo que hay, soy mucho más que
una polla con ganas, soy Chaplin
con armas al hombro soñando con
un mañana, soñando con un futuro
en la que seas tú mi musa y mi mito
haciéndote feliz habré logrado el éxito.
No te vayas de mi camino, sé
mis ojos
y mis piernas eres tú la luz al final del
túnel que me ha hecho entender el
mito platoniano de la
caverna.
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