El arte es resistir a la muerte
así resistes tu cuando en tu
desnudo cuerpo reflejas los temores
del mundo, y haces de tu belleza
una obra artística que conmueve
el mundo y los cimientos de
pretéritos prejuicios se ven
derrumbados con un simple posado.
Llenando de vida cada poro del mundo
agitas el mio y ya no importa ni el tiempo,
ni el espacio, ni si estoy muerto, vivo,
o no estoy, porque estoy en donde
las palabras no llegan, en donde los gritos
mueren y la música ya no suena.
Estoy quiero decir, donde no puede alcanzarme
ni el tiempo ni el espacio, estoy en cada poesía
que habla de amor, en cada lágrima derramada
porque la belleza colapsa los cuerpos y llorar
es derramar la vida que me metes en los poros.
Si alguna vez creo en patria será porque habré
dormido contemplando tus ojos y acariciando
tu cuerpo, lleno de matices, como lo está
la perfección, como lo está el sol
en día de lluvia, así te posas en cada pensamiento,
en cada segundo, sin exigencias,
como el amor puro del poema de Biedma.
La vida es contigo una panorámica
y entre tus brazos un poema,
la vida es contigo, instantes,
instantes que se posan y dejan
huella indeleble para el resto del día.
Tu cantando heroicidad con tu cuerpo,
yo admirando tu cuerpo de Diosa,
pues todo mi agnosticismo se vuelve
fe al contemplar la intensidad con
la que golpeas mi corazón,
que ya se despojó hace algún tiempo
de la coraza, y un "te quiero" apenas
puede contener toda la vida que
desborda en mi pecho cuando la
tuya se cuela por todas partes.
Eres arte porque resistes a la muerte,
porque vas más allá de la conciencia
porque apenas puedo ponerte unas líneas,
cuando no hay palabra que puedan describirte
lo mejor que puedo hacer es sentirte,
y sentirte es sentir la belleza del mundo
concentrada en un instante, sentirte es
hacer la panorámica más allá de una
sociedad funesta, sentirte es desbordarme,
pero qué bien que pueda desbordarme,
si los ríos que me haces fluir puedo
derramarlos en tus labios, en tu pecho,
en todo tu cuerpo y alma,
que bien que pueda desbordarme si
esos ríos que me haces brotar me inundan
de vida y la muerte se aleja, hasta casi
parecer una broma de mal gusto.
Hablo de arte y vida, porque hablar
de arte es hablar de ti, y hablar de
vida es hablar de lo que me haces sentir,
pero por encima del arte y la vida...
hablo de aquello que no se puede
describir, quizás es por eso que te escribo,
para que entiendas que aún con miles
de poemas jamás podría definirte,
porque no eres arte o vida...
eres el arte y la vida,
eres resistencia en un mundo de plástico,
eres vida en un mundo de cadáveres andantes,
eres arte en un mundo donde el arte queda
relegado a los museos y los artistas
son tomados por locos.
Te pido que sigas loca, artista, combativa, bella, no normativa,
frágil, fuerte, diosa, polémica, provocativa, sexual,
que sigas como quieras pero que sigas,
porque no hay nada más hermoso que la vida
de la que me llenas, ni arte más sublime
que verte revolucionar el mundo mientras remueves el mío,
no cedas jamás, no te rindas, continúa,
eres como quieras ser, poco importa como sea el mundo
si eres capaz de agitarlo eres tú quién lo crea,
si hay voces contra tí será porque has roto sus cadenas
y les molesta el ruido... y no conozco mejor
ruido que el revolucionario.
Ven, hagamos revolución donde quieras, aunque
te propongo que la empecemos bajo sábanas
y nos ensuciemos de todos los prejucios del mundo
para deshacerlos entre gemidos y sea la libertad
que sentimos la conjunción perfecta entre tu
arte y nuestra vida.
